jueves, 23 de diciembre de 2010

Energías geológicas internas de la Tierra

Las energías externas, en definitiva, son las que provienen del Sol, derivando en el agua, el viento, etc.

Pero las energías internas son, como la palabra indica, las que provienen del interior de la Tierra y derivan en erupciones volcánicas, desplazamiento de placas, etc.

En el interior de la Tierra la temperatura es altísima, por lo que, debido a las diversas densidades que ello conlleva, el magma (material incandescente en el interior de la Tierra) asciende, presionando el terreno por debajo, agritándolo y produciendo una erupción en el caso de los volcanes.
*Véase entrada "Capacidad devastadora de los volcanes".



Sin embargo, si esa presión choca contra el borde de una placa litosférica, no surge una erupción volcánica, sino un desplazamiento de placas.
La Litosfera está formada por un conjunto de placas que se desplazan continuamente debido a la tectónica de placas, que consiste en lo de que el magma caliente asciende, presionando y desplazando las placas, y el magma frío (por haberse acercado a la superficie) desciende, ocupando el lugar del caliente y volviendo a reactivar el ciclo.



Cuando dos placas chocan, el terreno se eleva y surgen grandes cordilleras, además de terremotos en el continente y maremotos en el mar; mientras que si las placas se separan, se forman inmensos huecos en el terreno, siendo dorsales oceánicas en el mar y extensos valles y fallas en el continente.



Todo esto nos indica que bajo nuestros pies existe un complejo submundo que maneja al mundo superficial, colocando los continentes a su antojo, ya que, desde que sólo había un continente (Pangea), han habido cientos de intervenciones de las energías geológicas internas hasta acabar configurando el mundo que conocemos.

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